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Serie C�digo: EE
Programa C�digo: EE007373S
00:01 se enojan en el nombre de Dios,
00:03 y pelean agresivamente en el nombre de la religión? 00:06 ¿Qué es lo que anima a estas voces enfurecidas? 00:09 ¿Es una santa indignación? 00:11 ¿O es algo más siniestro? 00:14 Hoy vamos a escuchar la notable historia 00:16 de un joven muy furioso 00:18 que descubrió un tipo de religión muy diferente. 00:21 Toma tu Biblia y mantente en sintonía. 00:25 ♪Música♪ 00:40 ♪Música♪ 00:44 Se le pidió a Juan que hiciera los arreglos con anticipación 00:47 para que el grupo se alojara en la ciudad, 00:49 y parecía estar feliz con la tarea. 00:51 Era el más joven de los 12 hombres que Jesús había elegido 00:54 para que fueran sus apóstoles. 00:56 Pero y había demostrado sus cualidades para el liderazgo. 01:00 Juan, acompañado por su hermano Santiago, 01:05 se apresuraron colina abajo hacia el poblado, 01:08 con la última luz del día, 01:09 decidido a hacer que el Maestro se sintiera orgulloso de él. 01:14 Hacer los arreglos podía ser tarea difícil. 01:17 Al fin y al cabo, estaban en Samaria, 01:20 un lugar que la mayoría de los judíos prefería evitar. 01:23 Había una fuerte enemistad entre judíos y samaritanos 01:25 desde mucho antes de que Juan naciera. 01:28 De hecho, la mayoría de los que iban de Galilea a Jerusalén, 01:32 evitaban pasar por Samaria. 01:38 Preferían el desvío que pasaba por Perea. 01:41 Pero Jesús había elegido la ruta directa hacia el sur. 01:45 Y mientras apresuraba sus pasos por el polvoriento camino, 01:48 Juan recordó otra ocasión cuando su Maestro 01:51 había hecho lo mismo. 01:53 Jesús se había detenido en Samaria, 01:54 junto a una fuente que estaba en las afueras de Sicar. 01:58 Le había pedido a una mujer que estaba 02:00 en la fuente que le diera agua para beber. 02:03 Así se inició una conversación entre ambos. 02:07 La mujer corrió a contarles 02:09 a sus amigos acerca de ese Hombre especial. 02:12 Al final, muchos de los residentes de Sicar 02:15 habían creído en Jesús como el Mesías. 02:18 Ese encuentro estaba fresco en la mente de Juan. 02:21 Más tarde, habría de escribir sobre el mismo en detalle. 02:25 Y ahora, mientras caminaba hacia la puerta de la ciudad, 02:29 Juan pensó que algo similar podría suceder en esta visita. 02:33 Juan y Santiago buscaron alojamiento. 02:36 Un gran maestro llamado Jesús vendría 02:39 para pasar la noche, dijeron. 02:41 Era costumbre en el medio oriente que se brindara 02:44 hospitalidad a los extranjeros. 02:46 Al principio, los samaritanos trataron de cumplir 02:49 con su obligación. Pero 02:50 luego escucharon que Jesús estaba de paso hacia Jerusalén 02:54 para la celebración de una festividad en el templo. 02:56 Los samaritanos se cruzaron de brazos y cerraron los labios. 03:01 No le iban a dar alojamiento a alguien que pretendía 03:05 honrar a sus rivales religiosos en Jerusalén. 03:08 Juan trató de razonar con ellos. 03:10 ¿No sabían quién era Jesús? 03:13 ¿No habían oído de las grandes maravillas que había realizado? 03:17 Los samaritanos no cambiaron de opinión. 03:21 Entonces, Juan y Santiago tuvieron que dejar la ciudad 03:24 y regresar a la colina para encontrarse con Jesús. 03:28 Mientras caminaban, el enojo de Juan iba en aumento. 03:31 No podía sacarse de la mente a esos tercos samaritanos 03:34 meneando sus cabezas. 03:36 Juan no estaba acostumbrado a que lo insultaran. 03:39 Había crecido en un hogar muy cómodo en Betsaida. 03:42 Su padre dirigía un próspero negocio con la pesca, 03:45 y tenía varios empleados. 03:46 Su mare era una mujer con ciertos recursos. 03:49 La familia tenía contactos con el sumo sacerdote en Jerusalén. 03:53 ¿Quiénes se creían estos pobres samaritanos? 03:56 Pero lo que más rabia le daba era que 03:58 se habían negado a dar hospedaje a su Maestro. 04:02 Pocos días antes, Juan había estado en la cima 04:06 de una montaña junto a Jesús y había sido testigo. 04:10 Cristo se había transfigurado ante sus ojos, 04:12 llenándose de luz. 04:14 Moisés y Elías habían descendido del cielo 04:17 para honrar a Cristo. 04:19 Juan había visto cómo su Maestro brillaba más que el sol. 04:23 Y ahora estos samaritanos presumían 04:26 que ese pueblito desgraciado era demasiado bueno para él. 04:29 Increíble. 04:31 Cuando Juan se encontró con Jesús, 04:33 su indignación estaba a punto de estallar. 04:36 Juan y su hermano le explicaron la situación. 04:39 Entonces, la mirada de Juan se fijó en el horizonte, 04:42 donde se divisaba el Monte Carmelo, 04:47 el lugar en el que Elías había hecho descender fuego 04:49 del cielo, el lugar donde los profetas de Baal 04:52 habían sido degollados. 04:54 Lleno de celo, Juan lanzó estas palabras, 04:57 que se registran en Lucas 9:54: 05:01 “Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, 05:05 ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, 05:08 como hizo Elías, y los consuma?” 05:11 Juan quería demostrar su lealtad. 05:14 Quería que los que habían deshonrado a su Cristo 05:18 fueran exterminados. 05:20 Pero Jesús dejó de mirarlo. 05:24 Contempló por unos instantes el caserío apenas visible 05:28 en el anochecer. 05:30 Entonces se volvió a Juan y le dijo, 05:33 “Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 05:37 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas 05:41 de los hombres, sino para salvarlas”. 05:44 Entonces Jesús sugirió que lo intentaran 05:48 en el siguiente poblado. 05:51 El Maestro de Juan lo entendía mucho mejor 05:54 de lo que él se entendía a sí mismo. 05:57 Cuando llamó a Juan y a Santiago para que estuvieran 06:01 entre los Doce, les puso un sobrenombre. 06:04 Los llamó “Hijos del Trueno”. 06:06 Estos hombres estaban llenos de fuego en sus vísceras. 06:09 Eran fanáticos, prontos para la acción. 06:12 Y Jesús vio su potencial. 06:15 Pero también comprendió, mucho más claramente que ellos, 06:18 que el fuego podía hacer su obra en dos sentidos distintos. 06:23 Y de pie en el monte, mientras miraba hacia la ciudad 06:26 de Samaria, les indicó esos dos sentidos. 06:30 Él no había venido para destruir las vidas 06:32 de los hombres sino para salvarlos. 06:35 Bueno, vamos a ver el impacto que tuvieron los encuentros 06:38 cara a cara con Jesús 06:39 en cinco personajes muy interesantes. 06:45 Y vamos a ver con cuánta habilidad Cristo satisfizo 06:49 en esos encuentros algunas necesidades específicas. 06:53 Vamos a tener una vívida ilustración de cómo Jesús 06:55 puede satisfacer también 06:57 nuestras más profundas necesidades. 07:04 Ahora, regresemos a la historia de Juan. ¿Sabes? 07:08 El celo por la verdad, la pasión por una causa justa, 07:11 puede llevarnos a destruir a quienes consideramos como 07:15 enemigos, o puede impulsarnos a redimirlos. 07:18 Juan no estaba capacitado para establecer la diferencia. 07:22 No sabía cuál era el espíritu que lo animaba. 07:25 Pensaba que era un espíritu de lealtad y fervor. 07:29 No veía la furia salvaje de su interior, la ira destructiva. 07:33 Juan era un joven ferviente y sincero. 07:37 También era un cascarrabias. 07:40 Ese fue el desafío que asumió Jesús con uno de sus discípulos. 07:44 Es el desafío que muchas personas deben afrontar 07:48 en sus propias vidas. 07:50 Lo que muchas veces tomamos como santa indignación 07:53 no es más que una manifestación de ira. 07:56 La gente usa las batallas religiosas contra sus enemigos 08:00 para cubrir sus batallas personales contra el enojo. 08:03 El hombre secular hace lo mismo de maneras diferentes. 08:07 Vemos individuos que se pasan la vida entera 08:10 luchando contra algo. 08:11 Puede ser la contaminación, o el abuso de animales. 08:15 Su causa es buena. 08:17 Pero su actitud está dominada por la furia y el enojo. 08:21 Empleadores y supervisores caen también en esto. 08:24 Pueden creer que deben ser agresivos, 08:27 pueden pensar que tienen que presionar a las personas 08:30 para lograr que se hagan las cosas. 08:33 Pero en el fondo son impulsados por la ira. 08:36 Es el enojo lo que los mantiene presionando a los demás. 08:41 Repito, el celo por una causa no es el problema. 08:45 Lo destructivo son nuestras vidas basadas en el enojo. 08:49 La religión que se basa en la ira es destructiva. 08:53 Las carreras que se basan en la furia son destructivas. 08:57 A todos nos ocurren cosas malas en esta vida. 09:00 Pueden sucedernos cosas malas en la niñez. 09:03 Pueden ocurrirnos cuando vamos a la escuela. 09:07 Los amigos pueden traicionarnos. 09:10 Nuestros cónyuges pueden abusarse de nosotros. 09:14 Y a veces esas vivencias negativas se filtran 09:17 en lo profundo de nuestro ser. 09:19 No podemos olvidar. 09:21 No podemos perdonar. 09:23 Las heridas no cicatrizan. 09:25 Y el enojo comienza a crecer. 09:28 Queremos cambiar radicalmente las cosas desagradables 09:31 que nos han ocurrido. 09:33 Queremos solucionarlo. 09:35 Queremos estar en paz. 09:37 Pero no podemos modificar el pasado. 09:41 ¿Entonces qué pasa? 09:42 La ira sigue creciendo de mil maneras distintas. 09:46 Nos encontramos en conflicto con grupos a los que 09:49 visualizamos como el enemigo, porque en lo más profundo 09:52 estamos luchando contra alguna acción de nuestros padres. 09:57 Pedimos que descienda fuego del cielo para destruir 10:00 cierta ciudad, porque aún estamos heridos 10:02 en nuestro interior. 10:04 ¿Qué podemos hacer con ese tipo de enojo? 10:07 ¿Con qué podemos suplantarlo? 10:10 ¿Cómo hacer para que la indignación no sea 10:13 un mero disfraz de nuestra furia? 10:16 Bien, veamos cómo abordó Jesús la ira de este joven. 10:21 Porque algo notable le sucedió a Juan, el hijo del trueno. 10:25 Debemos avanzar varios meses en el tiempo desde 10:28 aquel ingreso de Juan a la poco hospitalaria ciudad de Samaria. 10:32 La escena: una habitación en los altos 10:36 de alguna casa de Jerusalén. 10:38 Había sido reservada para la cena de Pascua que Cristo 10:41 quería celebrar con sus 12 apóstoles. 10:43 Al reunirse aquella tarde bajo las sombras del atardecer, 10:48 esos hombres tenían la sensación de que algo importante 10:51 estaba a punto de ocurrir. 10:53 Subieron las escaleras hasta la habitación de arriba, 10:57 y comenzaron a hablar acerca del reino 11:00 que Jesús había prometido establecer. 11:02 Entonces sus ojos se posaron en la mesa 11:06 donde se había dispuesto la comida para la Pascua. 11:09 Se fijaron en los almohadones que se habían dispuesto 11:13 a los lados de la mesa, para que se reclinaran sobre ellos. 11:24 Era una cena de Pascua muy formal. 11:28 ¿Dónde se sentaría cada cuál? 11:31 ¿Quién ocuparía los lugares de privilegio junto a Cristo? 11:35 Bien, tal como era de esperar de la naturaleza humana, 11:40 los doce se sentían altamente calificados. 11:44 Todos habían asimilado las enseñanzas de Jesús. 11:47 Todos habían realizado milagros en su nombre. 11:50 Todos habían proclamado las Buenas Nuevas en su nombre. 11:53 Juan no era el único del grupo con ínfulas de grandeza. 11:58 Parados junto a la mesa, torpemente, 12:01 comenzaron a discutir en dónde se iban a sentar. 12:04 No pudieron evitarlo. 12:06 Los 12 habían pasado mucho tiempo juntos, 12:09 el suficiente como para alimentar 12:11 algunas rencillas y resentimientos. 12:15 Finalmente, Judas se las ingenió para ubicarse 12:18 a uno de los lados de Cristo. 12:20 Al fin y al cabo, era el tesorero, 12:22 tal como siempre le recordaba al resto. 12:26 Y Juan se reclinó en el otro lado. 12:29 Los demás fueron ubicándose lentamente alrededor de la mesa 12:33 lanzándoles dardos con la mirada a Judas y Juan. 12:38 Era el tiempo de celebrar la Pascua, 12:41 el recordatorio de la gran liberación de Israel de Egipto 12:45 por mano divina. 12:47 Pero el aire en aquel aposento alto parecía 12:49 más denso que de costumbre. 12:51 Daba la impresión de que 12:53 todas las palabras de resentimiento 12:55 que murmuraban quedaban suspendidas en el aire. 12:59 De pronto, Jesús se puso en pie. 13:01 Caminó hasta donde estaba la tinaja con agua. 13:04 Al principio, los discípulos supusieron que había llegado 13:07 el momento de lavarse las manos, un ritual que era 13:09 parte de la cena de Pascua. 13:11 Pero Jesús se libró del manto. 13:14 Se ciñó una toalla. 13:16 Derramó agua en recipiente 13:18 y se dirigió hacia donde estaban sus discípulos. 13:21 Arrodillándose, le quitó las sandalias a uno de los hombres. 13:26 Y sin decir palabra, comenzó a lavarle los pies. 13:30 Lavó el polvo y la suciedad de las calles de Jerusalén que 13:34 estaban adheridas en los dedos. 13:37 Luego continuó con el siguiente. 13:39 Juan lo contemplaba absorto. 13:42 Ahí estaba Jesús, como si fuera un esclavo 13:45 cumpliendo con su nimia tarea. 13:48 Pero ese lavado de pies no era algo de poca importancia. 13:55 Era más que un trabajo sucio. 13:59 A Juan le pareció algo glorioso. 14:03 Miró las manos de Jesús a medida que el Maestro 14:05 hacía su trabajo, lavando, secando, primero a un discípulo, 14:09 y luego al otro. 14:11 Esas manos eran maravillosas. 14:14 Las había visto antes en acción. 14:17 Las había visto tomando la mano pálida 14:20 y sin vida de una niña 14:21 cuya familia lloraba y se lamentaba alrededor. 14:25 Había visto cómo las manos de Jesús levantaban la niña 14:29 de su lecho de muerte. 14:31 Juan había visto cómo esas manos tocaban al paralítico 14:34 que yacía imposibilitado junto al Estanque de Bethesda. 14:38 Había visto al hombre levantándose y caminando. 14:42 Juan había visto esas manos elevándose al cielo en oración 14:46 ante una multitud hambrienta. 14:48 Las había visto partir unas pocas hogazas de pan 14:52 que se convirtieron en alimento para cinco mil hombres. 14:56 Había visto a esas manos levantándose para defender 15:00 a una mujer sorprendida en un acto de adulterio, 15:03 que estaba a punto de ser apedreada. 15:05 Juan había visto como esas manos, 15:08 al tocar los ojos de un hombre ciego de nacimiento, 15:11 habían traído la visión adónde antes no existía. 15:15 Había visto cómo esas manos llamaban a su amigo, Lázaro, 15:19 que había estado en la tumba por cuatro días. 15:22 Y Lázaro respondió. 15:24 Juan había visto a las manos de Jesús haciendo muchas cosas 15:29 durante todo ese tiempo que habían estado juntos. 15:32 Y todas esas imágenes se agolparon en su mente 15:37 mientras miraba a Jesús lavando los pies 15:40 polvorientos de sus discípulos. 15:42 Esas eran manos poderosas. 15:45 Eran manos omnipotentes. 15:47 Pero por encima de todo, eran manos de amor. 15:52 Bendecían todo lo que tocaban. 15:55 Habían venido para salvar, no para destruir. 15:59 Finalmente, Jesús llegó hasta Juan y desató sus sandalias. 16:04 Comenzó a lavar sus pies. 16:06 En ese momento, ya no le importó quién se sentaba 16:10 en qué lugar alrededor de la mesa. 16:12 Ya no le importó quién habría de ser el más honrado en el reino. 16:17 Ese amor increíble era lo único que le importaba. 16:21 Y mientras Jesús quitaba el polvo de los pies de Juan, 16:24 el hijo del trueno sintió que su enojo también 16:27 estaba siendo quitado. 16:29 El amor de Cristo había triunfado finalmente. 16:34 El amor de Cristo era más poderoso que todas las heridas, 16:36 que toda su ira, que su celo mal encaminado. 16:40 Años más tarde, Juan recordaría este momento crucial de su vida. 16:45 Recordaría cuánto había significado para él. 16:49 Esta es la forma en que lo describió. Juan 13:3-5: 16:57 “Sabiendo Jesús que el Padre le había dado 17:00 todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, 17:03 y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, 17:08 y tomando una toalla, se la ciñó. 17:11 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies 17:14 de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla 17:18 con que estaba ceñido”. 17:20 Jesús había realizado la tarea menor de un esclavo 17:24 sabiendo que venía de Dios y regresaría a él. 17:28 Jesús merecía que se lo exaltara 17:31 hasta lo máximo en el cielo. 17:33 Pero había ocupado el lugar más bajo en la tierra. 17:36 Juan estaba emocionado por el acto de gracia del Maestro. 17:41 Finalmente había encontrado con qué sustituir 17:44 su religión de ira. 17:47 Con amor, puro y simple. 17:51 Toda la vida de Jesús se resumió en aquel solo acto 17:54 en la pieza de arriba. 17:57 Como cristiano, cuando participo en el servicio del lavamiento 18:00 de los pies en mi iglesia, 18:02 tengo la sensación de que aquel amor fluye 18:06 nuevamente en mi corazón. 18:09 Jesús tiene una solución para quienes son consumidos 18:12 por la ira. 18:13 Tiene una solución para los que tienen una religión guiada 18:16 por el enojo, para los que viven la vida motivados por la furia. 18:21 No hay nada que pueda sofocar la rabia. 18:24 Nada de lo que hagas podrá reivindicar 18:26 las cosas malas del pasado. 18:28 Al final, siempre quedará un resto de ira. 18:32 El amor es lo único que puede eliminarla. 18:36 Sólo el amor puede sanar las heridas. 18:39 Nunca podremos modificar el pasado. 18:42 Pero PODEMOS ser amados en el presente. 18:46 Y así es como sucede. 18:48 Juan fue finalmente transformado 18:50 porque había experimentado tres años y medio 18:53 de compañerismo con Jesús. 18:55 Podemos tener el mismo compañerismo a través 18:58 de su Palabra. 19:00 He encontrado algunos pasajes de las Escrituras que me han 19:03 resultado muy útiles para abordar mis propios enojos. 19:07 Leer las epístolas de Juan y meditar en el hermoso amor 19:10 cristiano que él destaca, me ha ayudado a disipar 19:14 la ira de mi corazón. 19:15 Y cuanto más me conecto a este libro, 19:18 más va habiendo un cambio en mi corazón. 19:21 Porque tán facil se nos pega el polvo del pecado, ¿verdad? 19:24 Necesitamos ser lavados por esas manos que lo cambian todo. 19:28 Y Jesús lo hace de una manera increíble. 19:32 Jesús quiere que nos entreguemos a él 19:34 para que pueda lavar nuestros pies, 19:37 para que pueda mostrarnos en qué consiste su amor gratuito. 19:41 Jesús puede lavar nuestra ira. 19:44 Lo hizo con Juan. 19:46 Transformó al fogoso hijo del trueno. 19:49 Hacia el final de su vida, 19:51 encontramos a Juan encarcelado en la Isla de Patmos, 19:54 prisionero por su fe. 19:56 Sabe que muy probablemente morirá en soledad, 19:59 separado de los creyentes que tanto significan para él. 20:03 Pero Juan no se enfurece en la isla. 20:06 No pide que descienda fuego del cielo sobre 20:08 los soldados romanos que lo custodian. 20:10 No se angustia porque no va a ocupar una posición de honra 20:14 en el reino al final de su vida. 20:16 No, en vez de ello escribe. 20:18 Envía cartas. 20:20 Y son algunas de las más maravillosas cartas de amor 20:23 que el mundo haya visto. 20:24 Oh, Juan aún era como un trueno. 20:28 Aún ardía en sus entrañas un fuego abrasador. 20:32 Aún estaba lleno de celo y de pasión. 20:34 Pero ahora el amor tronaba en él. 20:37 El amor lo impulsaba. 20:39 Juan se había convertido en el Apóstol del Amor. 20:42 “Hijitos”, les escribe Juan a los creyentes. 20:45 Los llama “amados”. 20:47 Y vez tras vez los insta a amarse “los unos a los otros”, 20:50 y a amarse “en obra y en verdad”. 20:53 “No hay temor en el amor”. 20:56 “Amamos, porque él nos amó primero”. 21:02 ¿Has experimentado tú, en tu vida, 21:05 esa clase de amor que transformó al Hijo del Trueno? 21:09 ¿O aún te dejas dominar por la ira? 21:12 Podemos tratar de suplantar el dolor y la furia 21:16 de innumerables maneras. 21:18 Pero sólo una solución es real. 21:22 Sólo el amor puede lavar la ira. 21:24 Abramos nuestros corazones al poder transformador de Cristo. 21:29 Permitamos que las manos poderosas y amorosas de Cristo 21:32 hagan su tarea en nosotros. 21:36 Escucha este canto y enseguida regresaré para que oremos. 21:42 ♪Música♪ 21:54 Si vieras tú lo que yo fui hace un tiempo atrás 22:06 Yo sé lo que verás, un milagro de amor 22:19 Que en dulce abrazo me tomó Y me hizo ver quién soy 22:31 Tan solo un pobre pecador Salvo por su amor 22:45 Soy simplemente un pecador 22:57 Que alcanzó la salvación por su amor 23:10 Ahora sí yo vivo libre Pues su gracia me alcanzó 23:21 Ahora soy libre, respiro libre Dios me hizo libre por su amor 23:36 Ahora soy libre, respiro libre Dios me hizo libre por su amor 24:01 Que hermoso ver el gran amor Que tuvo Dios por mí 24:13 Muriendo en una cruenta cruz Victoria Dios me dio 24:25 Oh, amo decir que salvo soy Por mi propio actuar 24:37 estoy aquí y nada soy sin mi gran Salvador 24:52 estoy aquí y nada soy sin mi gran Salvador 24:54 Soy simplemente un pecador que alcanzó la salvación por su amor 25:09 Soy simplemente un pecador que alcanzó la salvación por su amor 25:19 Ahora sí yo vivo libre Pues su gracia me alcanzó 25:31 Ahora soy libre, respiro libre Dios me hizo libre por su amor 25:46 Ahora soy libre, respiro libre Dios me hizo libre por su amor 25:57 Dios me hizo libre por su amor Por su amor 26:12 Dios me hizo libre por su amor Por su amor 26:29 Aconpáñame en oración. 26:32 Querido Padre, acudimos ante ti porque la ira 26:37 nos está consumiendo, porque todo lo que tratamos de hacer 26:40 no llena los vacíos de nuestro interior. 26:45 Necesitamos las manos 26:46 que sanaron al paralítico y al ciego. 26:49 Necesitamos las manos que levantaron a los muertos. 26:52 Confesamos nuestra necesidad de tu perdón y tu purificación, 26:57 en este mismo momento. 26:59 Pedimos que el Salvador Jesús coloque sus benditas manos 27:02 sobre nosotros hoy. 27:04 Por favor, derrama tu amor en nuestros corazones. 27:08 En el nombre del Maestro 27:09 que lavó los pies de sus discípulos, Amén. 27:14 ♪Música♪ 27:25 Es todo el tiempo que tenemos por hoy. 27:28 Ha llegado el momento de despedirnos. 27:30 Te invito a continuar estudiando los mensajes de amor 27:33 y esperanza de la Biblia. 27:35 Visítanos en nuestro sitio de internet escritoesta.org, 27:40 donde podrás obtener gratis una variedad de estudios bíblicos, 27:44 y otros materiales que te ayudarán 27:46 en tu caminar diario con Dios. 27:48 o podrás ver este programa nuevamente 27:51 y recomendarlo a tus amigos. 27:53 Dios te bendiga, y recuerda: “Escrito está: 27:56 No sólo de pan vivirá el hombre, 27:59 sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. 28:03 ♪Música♪ 28:17 ♪Música♪ |
Revisado 2022-12-17